
Wycliffe celebra un récord mundial en traducción bíblica: la Palabra llega a nuevos pueblos
El movimiento global de traducción bíblica está viviendo un momento histórico. Por primera vez, millones de personas tienen acceso a la Biblia en su lengua materna, un avance que está transformando vidas, culturas y naciones enteras.
Según datos de Wycliffe Bible Translators, difundidos durante el Día Internacional de la Traducción, en el último año se publicaron 118 nuevas traducciones bíblicas: 23 Biblias completas y 95 Nuevos Testamentos. Este logro marca un récord sin precedentes en la historia moderna de la traducción de las Escrituras.
Gracias a estos esfuerzos, 197 millones de personas ya pueden leer la Biblia completa en su propio idioma —una cifra equivalente a la población de Brasil—, mientras que 54 millones más han recibido acceso al Nuevo Testamento.
Uno de los avances más significativos es la reducción de idiomas sin ninguna traducción bíblica, que pasó de 985 a 550 en solo un año, lo que representa una disminución del 44% en comunidades que antes no tenían ninguna porción de la Palabra de Dios.
Además, se iniciaron 461 nuevos proyectos de traducción a un ritmo sorprendente: uno cada 19 horas. Porciones bíblicas fueron publicadas por primera vez en 174 lenguas, llevando esperanza a comunidades enteras.
La Biblia transforma vidas y culturas
En Togo y Benín, la comunidad Ifè experimenta un profundo cambio espiritual gracias a la traducción del Antiguo Testamento, que conecta las historias bíblicas con sus tradiciones ancestrales.
En Papúa Nueva Guinea, el pueblo Nobonob celebró la finalización de la Biblia completa en su idioma, considerándola una fuente de guía, consuelo y esperanza.
En muchos casos, la traducción bíblica también ayuda a preservar lenguas en peligro de extinción. En la comunidad Label (Papúa Nueva Guinea), el proceso de traducción revitalizó su idioma escrito y permitió la entrega del Nuevo Testamento.
En Uganda, los proyectos de traducción se convirtieron en herramientas para la alfabetización y el desarrollo educativo, impulsando programas como “Leamos juntos”, que mejoran el aprendizaje y fortalecen la fe de las nuevas generaciones.
El desafío continúa: “Ningún pueblo sin Biblia”
A pesar de los avances, uno de cada cinco habitantes del planeta todavía no cuenta con la Biblia en su idioma. Esto equivale a 1.500 millones de personas que aún esperan escuchar la voz de Dios en la lengua de su corazón.
Wycliffe y otras organizaciones misioneras hacen un llamado a los creyentes de todo el mundo para orar, apoyar y participar en esta misión: que cada pueblo tenga acceso a la Palabra de Dios.
La expansión de la traducción bíblica no solo representa un logro lingüístico, donde la Biblia sigue transformando vidas y confirmando que Dios continúa obrando con poder en todas las naciones.